Esta versión para niños está basada en la clásica silla Bertoia. Harry Bertoia experimenta a partir de 1950 con el arte de doblar barras de metal, dando como producto una reverenciada colección de sillas y sillones. Innovadora, cómoda y sorprendentemente hermosa, su apariencia de delicada filigrana contrasta con su resistencia y durabilidad.